El exitoso fotógrafo de Perú Gustavo Reategui es un testimonio vivo de que los sueños sí se cumplen. 

Radicado actualmente en Miami, Estados Unidos, asegura que en la vida nada es imposible y los sueños siempre se pueden cumplir si se trabaja en ellos paso a paso.

Nadie mejor que Gustavo para dar fe de sus palabras, ya que durante su infancia y juventud estuvo viviendo entre su país natal (Perú) y Venezuela, país caribeño en donde tuvo su hogar en Maracay, estado Aragua. 

Allí fue donde estudió en el año 1989, Diseño Gráfico para luego continuar con sus estudios de Arte y Fotografía en la Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterios. Posteriormente se desempeñó como empresario y diseñador gráfico en la misma ciudad de Maracay.

Sin embargo, cuando llegó a Estados Unidos se alejó un tiempo de su pasión por motivos laborales, pero luego de varios años, y con el apoyo de su familia, retomó la fotografía. 

Acudió a diferentes cursos y eventos, entre los cuales están “Lazos de Amory Sonrisas”, “Original Living Magazine”, “Anastasia Magazine”, “Doral Fashion Week”, entre otros. 

“Siempre me gustó la fotografía y en Maracay cubrí ciertos eventos como el Miss Aragua o el Miss Hispanoamérica, pero al llegar a Estados Unidos no me pude dedicar a eso, tuve que pausar esta etapa de mi vida”, aseguró Reategui.

Su mayor inspiración a nivel personal es su esposa y sus dos hijos, y aunque no son modelos, Reategui a veces se  apoya en ellos para hacer fotografías de productos e inspiración para ciertas escenas.

Asegura que no tiene un personaje definido con el que le gustaría trabajar. Sin embargo, destacó que le gusta trabajar más con personas con buena actitud, más allá de qué tan famosas puedan ser, es decir, alguien con quien pueda conectarse y juntos crear una  buena sesión y así, por medio de su lente, comunicar un gran mensaje a quien esté viendo la fotografía.

No obstante, entre sus inspiraciones laborales destacó el trabajo de los fotógrafos peruanos Mario Testino y Robert Alvarado.

Aseguró que ahora la fotografía para las nuevas generaciones es algo que ya está arraigado en todos y en cada uno de nosotros.Con el surgimiento de  smartphones con cámaras las fotos ya están en el día a día y en el ADN de las personas. “No importa cuál cámara poseas, lo importante es poder comunicar tu idea de una forma clara y concisa. Bien lo dice el dicho, una imagen vale más que mil palabras”, aseguró.

Durante la entrevista relató, como anécdota graciosa, su trabajo con la modelo venezolana Jimena Araya también conocida por su personaje de “Rosita”, aunque en ese momento no era reconocida y el cliente a quien debía entregarle las fotografías no le pareció 

sensual el estilo de Araya. Posteriormente, cuando ella se hizo famosa, el mismo cliente lo llamó para que la contactara, pero la modelo venezolana tenía una agenda ocupada y no tuvo tiempo para hacer el calendario que este cliente quería. 

“Como verás, entre gustos y colores no han escrito los autores, y la fotografía es muy subjetiva. Hay fotos que puede que a alguien no les guste, y a otros sí les van a encantar”, concluyó Reategui.